domingo, 18 de julio de 2010

Elvira y yo.

Él no lo consiguió, pero Ella si.
A mi también me gustaría que destacasen de mi persona "mi profunda incoherencia, mi veletismo y mi veleidosidad", yo tampoco sé resistirme a las tentaciones (¿tan olvidada tenía la historia de Pinocho que me ha costado identificarlo?), las ideologías absolutas también me dan miedo y mis principios también son flexibles.
Me encanta el guiño que le hace a Rouco y la gran cantidad de cosas que se pueden leer entre líneas. Ha descrito como nadie la explosión de alegría en la celebración y la casposidad cañí. Pero lo mejor de todo es que no hace mención a los signos nacionales, banderitas y demás (ahora que el verano proporciona escasos titulares, estos estudios rellenan páginas).
Un domingo más.

2 comentarios:

ojal-a dijo...

Claro, claro, a ella siempre le haces caso...

ana dijo...

claro, claro, todo depende de como te lo cuenten y quien...